—¿Es buena? ¿De qué va? —pregunta el chico de la bicicleta al bedel gordito.
—Pues va de un cirujano plástico que tiene a una chica encerrada en una habitación. El cirujano le está fabricando una piel resistente a los mosquitos. Marisa Paredes vigila a la chica desde unas pantallas que hay en la cocina. O sea, que Marisa Paredes está conchabada con el cirujano. La chica se aburre y hace yoga. Luego aparece un brasileño disfrazado de tigre que quiere entrar en la casa. Marisa Paredes reniega pero le abre. Mientras se come un pincho de tortilla, el brasileño ve a la chica en la pantalla, se pone orco, ata a Marisa Paredes, localiza la habitación y viola a la chica.
—Madre mía, cómo son los latinos.
—Sí, pero en ese momento llega el cirujano: ve a Marisa Paredes amordazada, al brasileño y a la chica en la pantalla y claro, ata cabos. Total, que le pega dos tiros al brasileño y luego nos enteramos de que eran hermanos y de que Marisa Paredes es la madre.
—¿El cirujano también es brasileño?
—Bueno, en realidad son hermanastros. El caso es que tiempo atrás la mujer del cirujano se había liado con el brasileño y al intentar fugarse habían tenido un accidente y a la mujer se le había quedado la cara regular. El cirujano se había jurado operarla hasta dejarla como estaba. Pero ella, viéndose fea, se había suicidado.
—Entonces, ¿el cirujano es viudo?
—Más o menos. El caso es que antes de lo del brasileño pero después de lo del accidente, el cirujano y su hija, porque tiene una hija, van a una fiesta. La chica conoce una muchacho llamado Vicente y salen juntos al jardín. Vicente se pone orco y la intenta violar pero a ella le da una pájara. Así que el chaval se va con su moto. El cirujano sale al jardín y encuentra a su hija desmayada, pero ve una moto alejarse. Y claro, ata cabos.
—Ummh.
—Vicente trabaja en una boutique con su madre y una dependienta lesbiana. Un día sale con la moto y el cirujano lo sigue, provoca un accidente y se lo lleva a su casa, que en verdad es un clínica ilegal. Luego lo seda y le practica un cambio de sexo.
—Así, ¿sin preguntar?
—Como te lo cuento. Y entre tanto, la hija se ha muerto por problemas de salud. A base de hormonas Vicente se convierte en la chica que hace yoga, que además es clavada a la mujer del cirujano.
—¿La de la cara regular?
—Más o menos. Y como la chica lo sabe se pone melosa para provocar al cirujano. Él se relaja y la deja ir de compras. En fin, a la primera de cambio la chica, o sea Vicente, le pega dos tiros al cirujano. Y a Marisa Paredes también.
—¡Atiza!
—¿Cómo se te ha quedado el cuerpo?
—Madre mía, un cirujano plástico ilegal, un travesti que hace yoga, una dependienta lesbiana, un violador disfrazado de tigre, pero… ¡Es una obra maestra!
—Sí.
*Voy a ser mamá, Pedro Almodóvar.